La reforma de esta vivienda que cuenta con 99 metros construidos, se desarrolla en un programa extenso, contando con tres dormitorios, tres baños, una cocina aislada y otro espacio de apoyo que se une al salón/comedor, donde se desarrollan las reuniones familiares. La necesidad manifestada por la propiedad de conseguir un espacio amplio preparado para reuniones y “apéros” previos a cenas informales, obligó a desarrollar un espacio fluido en forma de L donde los invitados se pueden acomodar de diferentes maneras.
Para desarrollar este espacio, se trasdosaron puertas y tabiques en madera de roble, unificando todo el volumen y ampliándolo visualmente. El banco corrido de mas de cinco metros de longitud es fundamental en el momento de recibir invitados, pues se consigue no implementar otros elementos de asiento que entorpecerían la vida diaria. Se intervino también en la terraza dotándola de materiales que manifiestan la continuidad visual con el resto de la vivienda, ampliándola no solo visualmente, sino también fisicamente en la temporada estival.

El desarrollo de todas las puertas de la zona nocturna son correderas evitando el barrido necesario de apertura. Ademas, las puertas que desaparecen dentro de los tabiques, favorecen la comunicación con los baños y la ampliación de cada dormitorio, al menos de una manera visual. Mención aparte merecen las dos puertas de vidrio del dormitorio principal, gracias a las cuales se consigue incorporar el tercer baño de la vivienda a este dormitorio.

La reforma favorece las visuales sobre el río cercano y el resto de la ciudad, ampliando huecos, unificando materiales e introduciendo la luz natural en cada una de las estancias.