LA SUITE OAK
La reforma de este apartamento, que se rehabilita pensando en el uso de alquiler temporal para ejecutivos, nos permite pensar en el desarrollo de un ejercicio inverso, donde el espacio se “deshumaniza” adquiriendo una morfología mas cercana a la de un hotel que a la de propia vivienda.
Por esta razón y ante la imposibilidad de proceder con una demolición completa, el espacio principal se resuelve con paneles de madera de roble oscurecido con una clara inspiración en los despachos norteamericanos de la década de los sesenta. Esta homogeneización del espacio permite esconder todos los elementos de servicio y limpieza, consiguiendo esa ansiada estética suite. El baño, se resuelve en idéntica textura y color que el espacio principal, panelando puerta y confundiendo armarios en un intento de usar el mínimo número de materiales, transmitiendo máxima sobriedad.
A pesar del escaso espacio disponible, se consigue implementar el uso de una isla donde poder cocinar y comer como el único elemento pétreo y blanco del espacio, alrededor del cual gira la vida de la vivienda. Pequeños muebles satélite, acabados en idéntico roble y gris antracita, dan cabida a todo lo necesario para conciliar trabajo y vida eventual en un espacio de 33 metros cuadrados. El conjunto finaliza usando como pieza de descanso la mítica silla Barcelona, convertida en centro neurálgico de aquellos añorados despachos televisivos.
ARQUITECTURA: César F. Prados
INTERIORISMO / Actuación integral. Elección y Diseño de Mobiliario. Selección artística
Realizado por ESTUDIO BESPOKE