La reforma de esta vivienda situada en el centro de la ciudad plantea un ensayo sobre la importancia de los recorridos y la creación de microespacios alrededor de ellos. Conservando la estructura original de este tipo de viviendas, donde la entrada a las dependencias nobles se realiza transitando un largo pasillo, la elección de mobiliario enfatiza aun mas esa “virtud”, unificando vestíbulo, distribuidor y salon en un pasillo-estancia que consigue ser la espina dorsal donde albergar gran parte del almacenamiento.

Así, el acceso a la zona sur del inmueble se realiza desde tres puntos paralelos, pudiendo atravesar cocina, estudio o biblioteca dependiendo de las necesidades, y creando diferentes circulaciones que enriquecen la experiencia diaria. El cruce de pasillos y estancias generan un cubo de no color donde se acomoda el aseo de día. Este último además, potencia cada uno de los diferentes ámbitos anexos  debido al contraste de color y material entre paramentos verticales. El diseño de mobiliario adhoc es fundamental para completar las necesidades de la propiedad y acomodar algunas piezas clásicas de Saarinen, Ditzel, Breuer, Progetti, Eames, Coderch.